jueves, 13 de marzo de 2008

Origen y Evolución de las Serpientes

El origen de las serpientes plantea 2 cuestiones:

Como llegaron al estado actual y de qué tipo de ascendientes tetrápodos proceden. Como carecemos de pruebas directas sobre su ascendencia, sí bien los reptiles han sido conocidos en estado fósil en Pérmico inferior, es decir hasta el fin de la Era Primaria y culminan en la Epoca Secundaria durante el Triásico y el Jurásico, las serpientes propiamente dichas no aparecen sino tiempo después en el Cretáceo.

Se dice que los reptiles tienen un origen común con los actuales anfibios, lo que darían nacimiento a los Ofidios, parecería ser un grupo ya extinguido de Pythonomorfos, éstos eran animales marinos - de cuerpo serpentiniformes - con miembros en forma de aletas; en el cretáceo. Los primeros reptiles (cotilosaurios) aparecieron hace unos 300 millones de años. Durante el período Triásico, los reptiles fueron el grupo dominante sobre el planeta (entre 230 y 180 millones de años). De los 16 ordenes existentes en ese período, al finalizar el mismo solo la mitad subsistían y la otra mitad se había extinguido, al finalizar la era Cenozoica, es decir, al final del período Cretáceo.



Recontrucción del Tanystropheus, probable antecesor directo de los Ofidios.

De los últimos 4 ordenes sobrevivientes, durante el Terciario, el unico que evolucionó en número de formas vivas fué el orden Squamata, compuesto por lagartos, ofidios y anfisbenios.

Sólo se conocia un fósil importante para la historia primitiva de este grupo de animales, de unos 130 millones de años, Dynilisia patagónica, descrita en 1908 por Woodward, es del período Cretáceo. Se cree con bastante seguridad que se parece a un Boído actual, con los pequeños pitones, loxocemus de América Central y Calabaria de Africa Occidental. En lel año 2003 , fue descubierto por el científico Sebastián Apesteguía un fósil llamado Najash rionegrina, en la Patagonia Argentina, donde se puede apreciar perfectamente el hueso sacro bien definido que sostiene una pelvis y miembros posteriores funcionales. Ya en el Cretáceo había géneros, los cuales están asignados a las actuales familias de los Boídos y los Anillidos. Con esta información se dice entonces que algunas de las serpientes más primitivas que existen actualmente, ya existían mucho antes del final de la Era de los Reptiles o de los Dinosaurios.
A juzgar por el pequeño número de fósiles encontrados, parece haber aumentado en números a partir de los antiguos períodos geológicos, contrariamente a otras clasificaciones de Reptiles, que dan importancia a los tiempos secundarios, los cuales pueden ser designados con el nombre de la Era de los Reptiles.

En las capas rocosas situadas bajo el Cretáceo, no se encuentran rastros de ofidios. Por otra parte, sus restos son pocos o mal conocidos; consisten en su mayoría, en vértebras aisladas o piezas óseas de conservación defectuosa.

Fosil de Serpiente Encontrado en la Patagonia Argentina. Najash rionegrina.
Presenta restos de miembros posteriores.
Entre la gran cantidad de especies actualmente reconocidas de Reptiles fósiles emparentados con formas ancestrales de Pájaros y Mamíferos, lo que daría nacimiento a los Ofidios parecería ser un grupo extinguido de los ya descritos Pythonomorfos.

Las familias más avanzadas (colúbridos, vipéridos, crotálidos, élapidos y micrúricos), no están representadas en forma fósil hasta el Mioceno. La radiación, fundamentalmente de las serpientes ha tenido lugar, por lotanto, durante los últimos 20 millones de años, acaso coincidiendo con la aparición y diversificación de los roedores, mamíferos que constituyen una parte importante de la dieta de muchas de ellas.
La afinidad de las serpientes con los saurios es un aspecto muy debatido. Según algunos, están relacionadas con los varanoideos o platinotos, que comprenden al Varano actual, al Lantanoto de Borneo y al Monstruo de Gila. Este grupo de saurios estaban ya bien establecido y diversificado en el Cretáceo, por lo que se deduce que su origen debió ser muy remoto. Otros zoólogos sostienen que las serpientes difieren demasiado de cualquier otro grupo de saurios modernos para haber derivados de ellos o de sus ascendientes inmediatos. Como las familias de saurios ya estaban establecidas en el cretáceo y los infraordenes actuales ya existían en el Jurásico, habría que afirmar la divergencia entre ambos grupos de reptiles hasta el triásico, época de la cual datan los saurios más antiguos conocidos, muchos más primitivos que los grupos modernos.

El desarrollo del aparato ponzoñoso probablemente se produjo las divisiones Eoceno, Oligoceno, Mioceno y Plioceno de la Era Terciaria. Según Gilmore, la primera serpiente con un aparato inoculador de ponzoña apareció durante el Mioceno, en lo cuál también esta de acuerdo Romer, que aseguró que no se conocen restos de serpientes ponzoñosas con colmillos acanalados o perforados anteriores al Mioceno.

El análisis de la visión aporta ya un testimonio importante. Las serpientes con buena visión presentan una estructura y un mecanismo de enfoque distintos de los saurios y de los de todos los demas vertebrados. Es evidente que su ojo está reconstruido en gran medida. La estructura de la retina índica que sus ascendientes tenían bastoncillos y conos, a diferencia de los saurios modernos, incluso los nocturnos y minadores, que solo tienen conos o células derivadas de ellos. Las serpientes ancestrales, pues probablemente eran nocturnas, y sus ojos se fueron reduciendo y simplificando en asociación con sus hábitos minadores o al menos netamente furtivos.

Las serpientes incluidas, las arboricolas tienen en el cerebro más materia ósea que los saurios entre estos, los que presentan una cavidad cerebral parecida a los minadores, cosa lógica si se tiene en cuenta que el hocico de un animal que se entierra, sin emplear para ello las extremidades, requiere más apoyo. existe un grupo de serpientes (las cieguitas) cuya mandibula permanece móvil y cuyo hocico se apoya totalmente sobre la cavidad cerebral.

Si las formas ancestrales también hubieran sido minadoras y hubiesen tenido la mandibula móvil, habría buenas razones para ese aumento actual de materia ósea. Desde este punto de vista, las serpientes minadoras, cuyas mandibulas contribuyen al asentamiento del hocico, habrán adquirido secundariamente esta característica.

Ninguna serpiente tiene la cola tan larga como la cabeza y el tronco juntos. Del 25% al 30% de la longitud total es la proporción corriente y en las especies arborícolas no pasa del 40%. El tronco pues, desempeña un papel importante en si locomoción. Entre los saurios, la cola de los que son ápodos y terrícolas interviene de modo decisivo en la locomoción y puede comprender las 3/4 partes de la longitus total; la de los minadores, en cambio, tiene una longitud reducida, que puede ser menor de la 5ª parte del total; muy bien pudiera ser que las serpientes hubiesen adquirido su actual estructura anatomica durante alguna fase minadora de su historia evolutiva.

El enfoque biogeográfico sugiere que los elápidos y los vipéridos se originaron de los colúbridos durante el mioceno, pero en forma separada. Los crotálidos son una divisiónposterior a partir de dos formas viperidas ancestrales llegadas al nuevo mundo al establecerse el puente terrestre del Estrecho de Bering. Una de estas formas ancestrales fue la estirpe "Pro-Bothrops" y la otra un linaje parecido a Agkistrodon de la cual se cree que se desarrollaron la línea Lachesis - Crotalus.

El crotálido fósil más antiguo parece ser del Plioceno y en su mayor parte parece a algunos crotálidos vivos.

El vipérido fósil más antiguo proviene de la última parte del Oligoceno, en el Sur de Asia y Africa.

Se cree que el linaje de elápidos más antiguo apareció en Malasia.


1 comentario:

Anónimo dijo...

talvez agan falta un poco mas de imagenes para complementar y tambien mas informacion